20 de abril: "Se irá, como se han ido tantos"

Tras un nuevo récord de 383 fallecidos en las últimas 24 horas, Brasil llegó a 2.845 muertos a causa de la epidemia. El estado con más víctimas es San Pablo, con 1.307. Los cementerios paulistas han comenzado a cavar cientos de fosas para recibir los cuerpos. Un informe del diario Folha de Sao Paulo sugirió un importante subregistro en las muertes por coronavirus. En 2019 en ese estado hubo 50 muertes por enfermedades respiratorias no determinadas. En lo que va de 2020 la cifra ya asciende a 1.282. Se presume que muchos de esos decesos podrían ser producto de la pandemia.

En Perú, un importante hospital debió colocar enfermos por coronavirus en un pasillo al aire libre porque ya no tiene más lugar para los enfermos, informó el diario El Comercio. El presidente Martín Vizcarra informó que de las 525 camas de cuidados intensivos que tiene Perú, 385 ya se encuentran ocupadas, es decir, quedan solo 140 disponibles para un país de más de 30 millones de habitantes. En la prensa se multiplican las noticias de hospitales desbordados.



El presidente de Tanzania, John Magufuli, instó a sus conciudadanos a mantener la economía funcionando y encomendarse a Dios. Mientras muchos otros países africanos aplican cuarentenas, en Tanzania los mercados están llenos. Magufuli, apodado el "bulldozer", es otro de los líderes mundiales que, al estilo Bolsonaro, minimiza la pandemia. "Es hora de consolidar nuestra fe y seguir orando a Dios, en lugar de ponernos mascarillas en el rostro. No dejen de rezar en iglesias y mezquitas", declaró semanas atrás. "Estoy seguro de que (el virus) desaparecerá rápidamente como lo han hecho otros", añadió, según consigna la agencia AFP.

Madagascar, a través de un tuit en francés de su presidente Andry Rajoelina, festejó el éxito de los primeros ensayos de una medicina tradicional contra el coronavirus. El medicamento es una mezcla de artemisa y plantas medicinales tradicionales del país.

Singapur, que había sido tomado como modelo en la lucha contra el coronavirus, experimentó 1.400 nuevos casos en un solo día. La mayoría de ellos fueron detectados en viviendas donde se alojan trabajadores inmigrantes.
El país había conseguido contener la epidemia en base a una tarea detectivesca de rastreo de casos y contagios, pero en los últimos días comenzó a experimentar un rebrote, favorecido por las condiciones de hacinamiento en que viven estos trabajadores. El total de casos asciende ahora a 8.014 con 11 muertos.

Muchas tiendas y comercios de Alemania reabrieron, iniciando la primera fase de un levantamiento gradual del confinamiento. Según las autoridades, la epidemia está "bajo control" luego de dos días consecutivos en que bajaron los contagios. Entre los comercios habilitados a abrir están tiendas de comestibles, librerías y automotoras, siempre y cuando su superficie no supere los 800 metros cuadrados. Alemania ha sufrido 4.000 muertes a causa de la epidemia, una cifra relativamente baja si se las compara con las de España, Italia, Francia y el Reino Unido.

En Dinamarca, que ya había reabierto guarderías y escuelas, se permitió volver al trabajo al peluquerías, consultorios dentales, de tatuadores y academias de conductores, entre otros rubros que ya llevaban cinco semanas de inactividad. La medida fue anunciada luego de un acuerdo entre todos los partidos en el Parlamento.

También Albania reabrió cientos de actividades económicas luego de 40 días de confinamiento.
El gobierno permitió la reapertura de hoteles y campings, con la esperanza de que revivir el turismo interno. También volvieron al trabajo las industrias petrolera, textil y minera, además de la construcción, las inmobiliarias, tiendas de electrodomésticos, florerías, kioscos de diarios y revistas, entre otros.

En Estados Unidos, mientras tanto, crece la polémica respecto a si reabrir la economía o no.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, dijo que podrían pasar semanas, si no meses, antes de que la ciudad termine con su cuarentena debido a que faltan test para saber quién tiene coronavirus. “El gobierno federal debe recibir el mensaje de que esto no ha terminado. Si haces como que ha acabado, va a volver como un boomerang y empeorar la situación”, señaló.
Al mismo tiempo, en otras ciudades del país, se realizaron manifestaciones reclamando una reapertura de la economía. En Harrisburg, la capital de Pensilvania, los manifestantes dijeron que los cierres obligatorios son una “tiranía”.En ese estado, el gobernador demócrata Tom Wolf ha prometido vetar una normativa con respaldo republicano que le obligaría a reabrir algunos negocios
El presidente Donald Trump se ha mostrado a favor de un fin de los confinamientos.  “Esas personas aman nuestro país, ellas quieren volver al trabajo”, dijo Trump en apoyo de los manifestantes.

Parte de la exitosa campaña de Finlandia contra el coronavirus fue contratar a 1.500 "influencers" para que, a través de sus publicaciones en las redes sociales, sean el vehículo de las recomendaciones sanitarias del gobierno.
Finlandia decretó el estado de emergencia el 16 de marzo pasado y aplicó medidas muy similares a las decretadas por otros gobiernos: cierre de fronteras, suspensión de las clases presenciales, cierre de lugares de ocio y el confinamiento total para la región de Helsinki. Pero la comunicación elegida parece haber sido una de las claves del éxito. "Somos conscientes de que la comunicación gubernamental no llega a todos. Hoy especialmente los más jóvenes tienen acceso a las noticias a través de las redes sociales", explicó Aapo Riihimäki, miembro del gabinete.
Con 5,5 millones de habitantes, Finlandia tiene 98 fallecidos. La vecina Suecia, con el doble de población y reacia a tomar medidas de confinamiento, tiene más de 1.400 muertos.

Un capitán retirado del ejército británico de 99 años recaudó 29 millones de euros para la sanidad de su país al cumplir una promesa: dar 100 vueltas a su jardín antes de su 100 cumpleaños.
Tom Moore, un veterano de guerra, usa un andador para desplazarse desde que se rompió la cadera. Su objetivo original era recaudar 1.000 libras, pero la atención mediática lo llevó a transformarse en un símbolo nacional.

Dos niños de la localidad de Oliveros,en Santa Fe pusieron en venta sus bicicletas para ayudar a sus vecinos que necesitan alimentos.



En Quito se comenzó a aplicar una multa es de 100 dólares a quienes circulan en las calles sin mascarillas.

La Fuerza Aérea de Nigeria suspendió los festejos por su 56 aniversario por la epidemia.

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Rafa Nadal no comprende por qué no se permite jugar al tenis. "No entiendo muy bien por qué no podemos jugar a tenis cuando mucha gente está yendo a trabajar", dijo a través de Instagram. "En nuestro deporte que mantenemos unas distancias grandes, de seguridad, que jugamos uno en cada lado de la pista".


Para leer más.
La historia de la fábrica que originó uno de los peores brotes de Estados Unidos

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